Christoph Götting Violini

Obras maestras contemporáneas


 

La historia di Gibson-Huberman  

Luego el honor de hacer una limpieza municiosa que requiería mucho tiempo, además en 1987 podía restaurar completamente el «Gibson».

Durante 21 años podía restaurar y investigar muchos instrumentos antiguos y valiosos, como por ejemplo muchos de Stradivaris, en este taller famoso, que ha tenido un valor insustituible para mi trabajo como reconstructor. Unos de mis trabajos de restauración de aquel tiempo se me quedaron en memoria. Pues, probablemente el violín más famoso, lo cual tuve que restaurar en nuestro taller era »Gibson« Stradivari del año 1713, que se conoce también bajo el nombre »Huberman«. La historia de »Huberman« inspiró incluso al escritor francés Frédéric Chaudière de escribir una novela, que es también un constructor de violín.

Aquel violín pertenecía al maestro polaco Bronislav Huberman. El 28 de febrero de 1936 desapareció el Stradivari de su guardaropa mientras él tocaba en un concierto en Carnegie Hall en Nueva York. Cuando se le informó a Huberman en la pausa no se alteró tanto, puesto que el violín era bien asegurado. Lloyds indemnisó su pretensión con £8000 sólo una fracción del valor de hoy en día.

En 1986 un violinista llamado Julian Altman le pidió a su esposa en el lecho de muerte encargarse del violín debajo de su cama. Ella no sólo encontró un instrumento con un papel que indicó a Stadivari, sino también unos fragmentos de periódico amarillentos sobre el robo de Gibson hace 50 años. Cuando la esposa le hizó preguntas a Altman este confesó que el violín era realmente aquel instrumento robado y él se lo compró del ladrón. Según las declaraciones de su esposa Altman era un alcohólico y jugador, y con ayuda de aquel instrumento podía hacer una carrera como un violinista de salones de té y un violinista de bares. Pero también tocaba en Washington Symphony Orchestra, en fiestas privadas de clase alta y en reuniones políticas. Nadie sospechaba que idendidad y que cualidades el instrumento gastado tenía, lo que tocaba.

DoDespués de la muerta de Altman se le encomendió a Charles Beare de Lloyds que identifiqué el instrumento. Esto se fue en avión a Connecticut con una foto antigua de Gibson, lo que recibió de la tienda de violines de Wurlitzer en Nueva York y desde el primer momento sabía que el famoso Stradivari de 1713 había aparecido de nuevo.

Cuando Charles me enseñó el violín por la primera vez en Londres pensé que aquel violín tenía que ser un selecto instrumento francés. Pues se me pidió mirar exactamente. Desde luego ví una capa de suciedad, pero debajo había un intensivo subido rojo barniz y debajo un inconfundible y claramente reflectante fondo.

Luego tenía el honor de hacer una limpieza municiosa que requiería mucho tiempo, además en 1987 podía restaurar completamente el Gibson. Después de 274 años, después de su creación el violín fue volado a su lugar de nacimiento Cremona por una exposición de Stradivari.

Más tarde Norbert Branin se lo compró el violín lo que tocaba por muchos años, antes de que lo vendiera a Johua Bell que es hasta hoy el dueño de Stradivari.

La historia de Lloyd de Huberman violín (en las páginas en inglés) >>

 

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